La personalidad de las calles


El colegio salesiano San Agustín de Linares (Jaén, España) ya está poniendo acentos.
Los alumnos de 3º y 4º de ESO nos envían esta foto de una placa del callejero
intervenida. ¿Alguien conoce un ayuntamiento o gobierno local que ponga tildes en
las placas? Aquí, en el Distrito Federal mexicano, es cosa del azar. Algunas sí las
tienen, pero son contadas. Y en Buenos Aires, recuerdo haber visto tildada la
Avenida Santa *Fé (los monosílabos no se tildan salvo si existe otra palabra similar
átona: tú y tu, más y mas, etc.). A veces, ni siquiera hay una política unívoca al
respecto, lo cual es, quizás, aun peor.

Consentir demasiado es antipedagógico



Lo dicen los expertos. Y he aquí unas galletas antipedagógicas. Fíjense. En una
ocasión, un anunciante se mostró complacido por un nuevo nombre propuesto
para un producto. Lo transcribió y, por el camino, se inventó un acento sin ton
ni son. Eso sí, "si suena como español, mejor", nos había pedido antes.

Lo de esta marca con los acentos ya es preocupante. Se inventaron la palabra
*calcetínes y ahora crean una marca como esta. Cierto es que las marcas pueden
escribirse como se quiera, pero esto no es ni castellano ni -por favor, que no
pongan esa excusa- una licencia creativa. Me imagino que su argumento puede
ser que, si no, los consumidores leerán "Consén". Dicen por ahí que suele ser
bueno no subestimar la inteligencia del público. Una palabra grave o llana que
termina en n, s o vocal, nunca debe llevar tilde. Ni aunque venga de consiéntete,
ni aunque venga de entérate.

Desde aquí, invitamos a la marca madre a borrar esa tilde. Si así lo hace, le
felicitaremos públicamente.

Acento móvil pacense


Pablo Quintana envía esta tilde que, desde ahora, viajará al parecer por toda la
comarca de La Codosera, en la frontera pacense con Portugal. Pacense, ya que
estamos, es el gentilicio propio de la provincia de Badajoz, España, aunque al
parecer se debe a un curioso error histórico.

Inciso. O sea, no, pero sí



¿Usted cree? Hace unas semanas, Respit enviaba estas dos curiosas gráficas a
Acentos perdidos. No sé de dónde salieron, pero parecen oficiales (agradezco si
alguien da fe de haberlas visto en prensa, porque a mí me costaba creerlo).

Recapitulemos. Telefónica o *Telefonica no muestra de manera explícita el acento
sobre la letra o
, por lo que hay quien lo ve en la f barroca y hay quien no lo ve.
¿Que el logo lleva tilde? Personalmente, lo único que puedo decir es que la f sí
es un poco larga, pero no tengo otra para comparar. ¿Que el acento se entiende?
Sigo creyendo que no.

Comoquiera que sea, hay algo claro: para la marca en cuestión, el diseño impera
sobre la ortografía. Mientras el diseño tiene infinitas maneras de comunicar bien
un enunciado, la ortografía solo tiene una. Por eso considero que su logotipo no
cumple con una las pocas funciones que debe cumplir cualquier logo, símbolo o
emblema. Y es por eso que colgarse ahora de una seña de identidad del castellano
como la tilde de la ñ para, comercialmente, reivindicar nuestra lengua, nos parece
que, cuando menos, conlleva un poco de sorna en su segunda acepción. Sea como
sea, se ve que lo de poner rayitas sobre las letras no les parece mal del todo.

No es nuestro fin el escarnio gratuito, sino despertar una ACTITUD de respeto
hacia la lengua, sea cual sea ésta, y generar un debate constructivo. Así pues,
agradeceremos y publicaremos cualquier justificación de parte de los aludidos. Si
la hay.

Inciso. Castilla & Lion


Mira tú. Darco TT nos comparte el nuevo logotipo de la Junta de Castilla y Leon.
Así, sin acento. ¿Por qué sin acento? Pasen y vean:

"Se trata de una marca integral, que unas veces irá acompañada del lema ‘CASTILLA
Y LEON TUS IDEAS COBRAN VIDA’ (en mayúsculas y sin tildes, por motivos técnicos,
ya que está pensada, sobre todo, para el mundo digital y los acentos suelen
prestar problemas, e ideada también para su universalización, teniendo en cuenta
que el uso de las tildes es sólo propio de algunos países). Otras veces podrá
aparecer sólo la imagen, que está pensada para distintos públicos objetivos."

O sea. Que nos dedicamos a comunicar universalmente lo que somos, pero sin decir
lo que somos. (Lo de que en Castilla se habla el mejor castellano parece ir
diluyéndose. Menuda forma de guardar el patrimonio.) Se ve que el “mundo digital”
lo habita gente limitada. Pero, si se trata de un logo, ¿quién va a necesitar
escribirle la tilde a una imagen? Sin embargo, van los responsables y, en su web
institucional
, lo escriben con tildes.

León viene de Legio. Pero, ya que la Junta quiere ser interneisional, ¿no se les
ocurrió lo de Lion (leído laion)? La verdad, a mí el pictograma me gusta, pero en
vez de esa imagen de mapa castellano-leonés visto por calidoscopio, puestos a ser
prácticos, ¿por qué no un mapa tal cual para que los "distintos públicos objetivos"
puedan percibirlo, tanto los que les llegue la sesera como los que no? Porque es un
logotipo, ante todo, cargado de identidad. Discúlpenme por tan mala inventiva. Pero
es que, ante cosas así, uno se contagia.

Fuente de la cita: Salamanca24horas.com

Trabajo de campo


Actitud. En la clase práctica, los alumnos del curso de español para extranjeros del
programa Málaga Sí intervinieron este contenedor. Les faltó un acento, pero quizás
lo hicieron por no tapar o porque, simplemente, se quedaron sin ellos.

Esos viejos letreros de chapa


En pueblos y ciudades, aquí y allá, siempre hubo este tipo de letreros anunciando
dónde se hallaba el teléfono público más cercano. La vieja señaléctica* siempre ha
adolecido de 'hipotildismo' en las mayúsculas.

* Su uso no aparece en la RAE, pese a estar bastante extendido. Se abre el debate.

Acento continental



Este negocio defeño se llama como el club homónimo a cuyos colores hace
homenaje. A sus colores, porque a su dicción, no. Una ramita fue suficiente
para salvar la altura.

Además, durante el día de ayer, el blog general de Acentos perdidos alcanzó
la cifra de 100.000 clics desde su nacimiento, hace exactamente 91 días.
¡Gracias a todos!

Los acentos no engordan



Parece que alguien pensara lo contrario. Pero son sanos y no aumentan la cadera.
Cortesía de Marcelo del Castillo y Lorena Rivers, de Acentos perdidos Colombia.

Niños sin malos tratos ni faltas




Es muuuuy frecuente ver que las campañas que buscan educar de alguna manera
son las peor escritas. Esto hace pensar si realmente importa el fondo o solo la
forma, lo que, para ser sinceros, tampoco parece importar mucho. Por no tenerla,
no tiene tilde ni la eñe. Hay que ver cuántos responsables firman este mensaje.

Acento romero



He aquí una prueba de que el asunto es transoceánico. Enviado por Vashti Lantigua,
también desde la República Dominicana. Para ser aún más correcto, el mes
mencionado debería ir en minúscula. No es algo muy respetado, pero la RAE, al menos
así lo recomienda.
Más tildes dominicanas en http://www.acentosperdidosendominicana.blogspot.com/

Acentos legales



En blog estadounidense de Acentos perdidos ha arrancado muy fuerte de la mano de
Aroldo y Tohnery. Un gran ejemplo de implicación y de adaptación al contexto bilingüe
en el que su labor con el español será de lo más útil, no cabe la menor duda. Les
invito a hacerse seguidores, tanto a los residentes en aquel país como a los que no
lo son.

*IrresponZabilidad máxima



Menuda joya. La sección dominicana de Acentos perdidos está ya muy activa. Hoy
recoge la colaboración de Christian Mora, que envía este acento colocado en el logo
de la Lotería Nacional de su país. Vemos que los loteros del mundo no son los más
responsables con su comunicación y van repartiendo faltas de ortografía allí por
donde, supuestamente, solo reparten millones. Pero el colmo no es la falta de tilde.
El colmo es cómo sus irresponsables, a este nivel, escriben la palabra responsabilidad.
¿Y ahora, qué hacemos? Quizás haya que tomar cartas en el asunto y estrenar, de una
vez, las plantillas de letras...

4+1



Esta lona superó mis previsiones: me fue imposible colocar cinco tildes con sus
respectivas normas. Y es que los acentos también tienen su logística. No era la
idea, pero las dejo para que las identifiquen y así hacen ejercicio.

Acento preventivo (combate caída y tal)


Cortesía de Lorena Flag, de Acentos perdidos Perú. Es curioso ver cómo esta conocida
marca de higiene personal muestra una tilde y olvida dos.

Acentos de barrio




Tildes en una tienda de abarrotes (algo parecido a un ultramarinos, pero más
informal) de las unidades habitacionales de Tlatelolco. De hecho, es el mismo
edificio donde sucedieron los infames hechos de 1968 en contra de los estudiantes,
pocos días antes de que el mundo se fijara en el DF debido a las olimpiadas.
En la segunda foto, reacción curiosa de los chicos del barrio.

PD: Por cierto, la palabra súper estaba demasiado lejana.

¡Hay una tilde en mi desayuno!



Llegará el día en que al despertar tengamos menos sobresaltos. El café que acompaña
a este desayuno -que espero no tenga mucha grasa- no se atragantará y las grandes
marcas se darán cuenta de cuántas cosas están en sus manos a la hora de educar. Por
ejemplo, un hiato en mayúsculas. Cortesía de Ana Soto, de Acentos Perdidos Vene-
zuela.

Acentos a buen recaudo



Si las mayúsculas se acentúan y las minúsculas también, los híbridos, ídem. Lo de
buscar el vacío legal no cuela.

Servicios semisociales



No es por comparar la soledad con la ortografía, pero con lo poco que cuesta poner
una tilde como la del TÚ pronombre se podían promover dos buenas causas juntas.
Otra vez un ente público. Estación de metro Pantitlán, México, DF.

Urgen acentos en la sección 8B




Rocío S., encargada del interesante blog Azote ortográfico, se ha vuelto una activa
colaboradora de Acentos perdidos. Por ella sabemos que un gran supermercado,
que empieza por Carre- y termina por -four, no usa tildes. Al menos en la ciudad de
Granada, España.

ÚLTIMA HORA: ¡QEP, de La Sexta, corrige sus acentos!

¡Misión cumplida!

(En alusión a la entrada anterior) Acentos perdidos anunció que felicitaría a aquellos
aludidos que corrijan la ausencia o el exceso de tildes. He aquí la prueba (minuto 9:25).
Gracias a Ángel, Dani y todo el equipo del programa ¿Qué está pasando? de La Sexta,
en España.

A. S. son las iniciales de Álex Sasieta. A Álex, lo que es de Álex.

¿Qué está pasando?




Me dicen (yo, hace tanto que no voy...) que hay un programa en España que responde
al título de esta entrada. Me dicen que a su nombre, en el plató, le faltan varias
tildes y que poco a poco los responsables van corrigiendo algunas, pero que todavía
se les va una, concretamente en la mesa, la de “está”.

Así que A. S., que según cómo salga la jugada querrá o no querrá que digamos su
nombre, es un nuevo y activo colaborador de Acentos perdidos que, allí en España, ha
decidido tomar cartas en el asunto. El susodicho ya me avisó de sus intenciones y no
me quedó sino alentarle a que culminara su idea. Ahora, ha confeccionado en tiempo
récord unos acentos y ha escrito una carta, se ha acercado a Correos y los ha
enviado al irreverente noticiero. Magnífico kit de marketing directo. A estas horas,
si el servicio funciona como debe y si hacen gala de su humor, Ángel y Dani deben de
tener un acento sobre la mesa. Los he visto en Youtube y sí, yo creo que sí. Desde
aquí les mandamos saludos y esperamos sus noticias.

Gracias a Qué está pasando y gracias a A. S. por su activismo. ¡Con un par!

¿Era Elcano o era Bach?


Felizmente, José Ramón Rodríguez nos comunicaba ayer desde Málaga, España, que el
programa 'Málaga Sí' de enseñanza del español como lengua extranjera se adhería a
Acentos perdidos. Y tanto es así, que ya tenemos sus primeras imágenes. En alemán es
sin acento y en español, con acento. (Teniendo en cuenta que el famoso navegante era
natural de Guetaria, en Gipuzkoa...

(continúa en los comentarios)

INCISO. Poner acentos está de moda





Definitivamente, sí. Nueva campaña de RTVE (radio y televisión públicas de España),
que ha visto la luz con la llegada de septiembre. Gracias, Lola, por hacérnoslo saber.

La casa de los acentos, despoblada





Agradecemos a Beto Escalona Ustáriz, de diecisiete años, estas fotos que tomó con su
celular. Fuga de acentos en la biblioteca departamental de Valledupar, Colombia.