Ironía


Como si fuera un homenaje a las palabras de Gabo, una empresa que lleva su
nombre decidió prescindir de sus acentos. Aitor y Fede, alumnos de los
Salesianos de Mérida y Badajoz (Extremadura, España) decidieron corregirlo.
Pero solamente la mitad -no sea que el colombiano se enfade- lo que a sus
maestros, Eugenio y Rosa, no les pareció suficiente. Foto por cortesía del
blog A la caza de la falta.

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