Un acento se perdió por Bogotá.


Daniela Hernández y el primer acento no mexicano.
Como vemos, es un problema global. ¡Gracias, Daniela!*

1 comentario:

Pablo Zulaica Parra. dijo...

Gracias, Ander Izaguirre, por tu corrección. Ya puse la coma: "Gracias, Daniela". En algún momento interpretaba que si el vocativo no iba entre comas no era necesario ponerle la primera, pues entorpecía la dicción de una frase tan corta. Pero claro que escribir y hablar no es lo mismo. No encontrarás en este blog otro vocativo sin coma. :)