Las siguientes fotos son de un Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial (dependiente de la Secretaría de Educación Pública) en Mazatlán, Sinaloa, México. El centro ofrece "capacitación de calidad para mañana". En año electoral, si los muros de las escuelas ya se leen así, hay mucho por hacer para recuperar la confianza. La pregunta, o una de muchas preguntas que este muro arroja: ¿se sienten representados los docentes que aquí imparten?
Y lo peor de todo, este nueva salida profesional, la respoteria:
Para terminar, copio un extracto de una entrevista al pensaor Jordi Jovet. El artículo, publicado por varios diarios mexicanos el 12/12/2011, se titula "Expulsan universidades a las humanidades".
"¿Tiene esto que ver con una política económica pragmática que considera que la cultura es accesoria porque no reditúa jugosas ganancias?
Bueno, esto tiene que ver con las políticas neoliberales, donde casi nadie cree que sirva para algo potenciar las carreras humanísticas. Y, sin embargo, yo soy de la opinión, teniendo en cuenta que muchos estudiantes de Humanidades van después a la enseñanza pública, de que mejorar la enseñanza de las humanidades repercute en la enseñanza pública a todos los niveles y en otras facetas de la vida cultural de un país, y en ese sentido se mejora la calidad democrática de un país, pues no puedo entender que las democracias sean solventes si no es gracias a una soberanía intelectual de su ciudadanía."
Bueno, esto tiene que ver con las políticas neoliberales, donde casi nadie cree que sirva para algo potenciar las carreras humanísticas. Y, sin embargo, yo soy de la opinión, teniendo en cuenta que muchos estudiantes de Humanidades van después a la enseñanza pública, de que mejorar la enseñanza de las humanidades repercute en la enseñanza pública a todos los niveles y en otras facetas de la vida cultural de un país, y en ese sentido se mejora la calidad democrática de un país, pues no puedo entender que las democracias sean solventes si no es gracias a una soberanía intelectual de su ciudadanía."
Desde luego, un discurso apegado a la realidad.

























Isaac Ponce, de Zacatecas, México, nos envía sus aportes. Por lo general, pocos perciben la omisión de tildes en mayúsculas como falta grave. Pero no por eso debemos olvidar la responsabilidad de quien la comete. El esquema de cartelería de las carreteras de México no incluye acentos. Si otros tuviéramos la oportunidad de llegar a todos los cruces y avenidas del país, humildemente, creo que seríamos más responsables que los señores de vialidad. 





