
Dani comienza a sospechar.
Una de las ilustraciones del cuento, por Alicia Concha.




Es momento de festejar que, más allá de hacer prensa, ruido y correcciones, alguien vio en todo este barullo algo bonito que contar y creyó que por sí solo, con un poco de ficción, podía ser una historia para niños. Y es momento de agradecer, como consta en la última de su páginas, a muchas personas -acentuadores, redactores, maestros, alumnos, tuiteros, editor e ilustradora- por su entusiasmo y las ganas de hacer algo bonito. De momento será en México. Y espero de verdad que más pronto que tarde podamos compartir el cuento con los tantos otros entusiastas de otras latitudes.
