Vaga palabra esta de
normalización. Manipulada a menudo para silenciar
a los que poco ruido hacen; para regresar a un statu quo que a veces no
es el deseado, sino el creado; para alinearse al criterio de la mayoría,
aunque éste pertenezca al mundo al revés. Sin embargo, en un tiempo en que
el acento es ninguneado sin piedad, su
normalización es una realidad de
lo más deseable.
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